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Rigatoni
En un bajo de una urbanización, que es también la
parte de arriba de los locales comerciales de la calle, una especie de terraza
mediopensionista (es difícil de describir) vive un italiano atractivo pero
discreto, de los que no dan el cante y no te roba la novia, en Majadahonda, y me
refiero a un restaurante, que esto no es una web de contactos.
Se llama Rigatoni y lleva varios
años escondido en este sitio indescriptible, que si no lo conoces o no vas por
la calle mirando para arriba, así un poco en diagonal, no lo encuentras.
Bastantes años lleva aguantando el tirón, con un comedor grande dividido en
pequeños salones, como habitaciones de una villa en Calabria, con dos-tres mesas
por cuarto, muy íntimo pero a la vez con sitio para mucha gente.
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